En el sintoísmo japonés, Uke Mochi es la diosa de los alimentos y creadora de la flora y fauna. También vinculada con la fertilidad y la generosidad de la tierra, garantizando la prosperidad de los seres humanos.
Cuenta la leyenda que Amaterasu, diosa del sol, envió a su hermano Tsukuyomi, el dios de la luna, a visitar a Uke Mochi quien daría un banquete en su honor. Para demostrar su generosidad, Uke Mochi comenzó a producir comida: arroz de su boca, pescado de su nariz y animales de sus orejas. Tsukuyomi, disgustado por el acto que consideró repulsivo e irrespetuoso, mató a Uke Mochi.
Al enterarse Amaterasu, profundamente entristecida, decretó que nunca más vería a su hermano, estableciendo así la separación eterna entre el sol y la luna. Del cuerpo de Uke Mochi surgieron diversos alimentos que continuaron nutriendo a la humanidad y perpetuando su legado.